México cayó ocho posiciones del lugar 55 en el 2012 hasta el 63 en el ranking mundial de gobierno electrónico, según reveló un informe de la ONU.
México se ha visto rezagado a nivel mundial en el desarrollo de su gobierno electrónico pese a que hace siete meses arrancó oficialmente la ejecución de la Estrategia Digital (EDN), liderada por Alejandra Lagunes Soto Ruiz, según reveló un informe de la Organización para las Naciones Unidas (ONU).
En la encuesta “E-gobierno 2014” elaborada por la ONU, México cayó ocho posiciones del lugar 55 en el 2012 hasta el 63 en el ranking mundial de gobierno electrónico. El ranking estuvo liderado por Corea, Australia, Singapur, Francia y Países Bajos.
Para medir el desarrollo del gobierno electrónico, el estudio considera factores como la disponibilidad de servicios digitales, infraestructura en telecomunicaciones y el capital humano disponible. Los resultados arrojaron que la penetración y los costos de la tecnología aún son un lastre para impulsar el desarrollo de esta área estratégica de la EDN.
La encuesta señala que en México, 9.83 de cada 100 habitantes tienen acceso a banda ancha inalámbrica contra el promedio de 23.57% mundial. Otra brecha es la alfabetización digital, investigación y desarrollo así como la adopción de tecnologías en los negocios.
A pesar del retroceso, Lagunes Soto Ruiz aseguró durante la inauguración del encuentro tecnológico Campus Party que el gobierno mexicano está en el camino a su modernización y acercamiento con la ciudadanía utilizando las tecnologías como parte de la Estrategia y la implementación de las reformas al sector de telecomunicaciones.
La funcionaria dijo que el objetivo de la EDN en el eje de gobierno digital es configurar “un buen gobierno en el contexto del Siglo XXI en un mundo hiperconectado y global donde las tecnologías han cambiado por completo las estructuras sociales”. De esta forma, dijo, el gobierno buscará además disminuir la percepción de corrupción y desconfianza que prevalece en la sociedad mexicana con el gobierno.
El análisis de la ONU reveló que Uruguay, Chile, Argentina, Colombia, Costa Rica, Brasil, Barbados y Antigua y Barbuda fueron los países de América Latina que estuvieron por encima de México en el desarrollo de su gobierno electrónico.
El panorama general de la región es que la debilidad institucional en el diseño de políticas públicas, en la organización de programas y en la coordinación multisectorial representan amenazas que pueden poner en riesgo el desarrollo del gobierno electrónico.
Al buscar la opinión de la coordinadora de la EDN tras su participación en el encuentro tecnológico, la funcionaria prefirió evitar los cuestionamientos de la prensa. Los indicadores sobre el avance de la Estrategia publicados en el sitio gob.mx aún son inciertos pues en la versión “alfa” del portal que albergará la Ventanilla Única de servicios, sólo tres trámites están disponibles en línea de los 7,000 que, según cálculos del gobierno, son susceptibles de digitalizarse.
En una entrevista previa, Yolanda Martínez Mancilla, titular de la Unidad de Gobierno Digital de la Secretaría de la Función Pública (SFP), dijo que el primer piloto para la activación de la Ventanilla Única arrancaría con cinco trámites: la obtención del Registro Federal de Contribuyentes (RFC), consulta de la factura electrónica, la obtención de claves de acceso para acceder a servicios que no requieren firma electrónica, así como el servicio Mis Cuentas del Servicio de Administración Tributaria (SAT). El quinto será la obtención de la Clave Única de Registro de Población (CURP), a cargo de la Secretaría de Gobernación. Eventualmente se incorporarán el resto de los trámites.
Pero hasta el momento, el sitio sólo incluye la inscripción al RFC, la obtención de contraseña del SAT y la obtención de la CURP.
El sitio explica que será hasta el 2015 cuando se habilite una nueva versión (Beta) en la que “incorporaremos más sitios del Gobierno, trámites y continuaremos aprendiendo del uso que le des al sitio para mejorarlo de cara al lanzamiento oficial”.
Fuente: Julio Sánchez Onofre / Enviado El Economista
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