PayPal quiere volar más alto sin eBay

La autonomía de PayPal es vista con optimismo y gran potencial para el desarrollo de mayores oportunidades en la industria de procesamiento de pagos.

En las oficinas centrales de PayPal, en San José, California –el corazón de Silicon Valley– se afinan los últimos movimientos para completar la separación de su matriz, especializada en el comercio electrónico eBay. Desde edificios, personal, contabilidad hasta los procesos, para el 17 de julio, PayPal dejará de ser una compañía dependiente de eBay.

La autonomía de PayPal es vista con optimismo y gran potencial para el desarrollo de mayores oportunidades en la industria de procesamiento de pagos. Escenarios como la incorporación de este medio de pago con gigantes como MercadoLibre, quien ya cuenta con su propio sistema de procesamiento MercadoPago, o Amazon, que hará su arribo al mercado mexicano este marte, son escenarios factibles en el futuro. La razón: PayPal dejará de ser una competencia directa para convertirse en un aliado más en el crecimiento del comercio electrónico.

“Sí hay oportunidad porque eBay tiene competidores directos con los cuales no trabajamos de la misma manera. Ahora, al ser una empresa 100% independiente como lo puede ser cualquier otro y no hay razón por la que no podríamos trabajar con alguna otra empresa competidora de eBay”, dijo en una entrevista Federico Gómez Schumacher, director para América Latina de PayPal.



A nivel global, PayPal tuvo ingresos en 2014 por 8,030 millones de dólares, lo que representó un incremento del 19%; el volumen de pagos procesados fue de 235,000 millones de dólares, un aumento anual del 26% año, de los cuales 46,000 millones de dólares fueron móviles. En América Latina existen alrededor de 6 millones de cuentas de las cuales 1.4 millones están en México.

Para Anuj Nayar, director senior de Iniciativas Globales de PayPal, estas cifras representan un nivel de crecimiento que podrá acelerarse una vez que ambas empresas completen su transición hacia la independencia e incluso impulsar la inclusión financiera a través de las tecnologías en regiones emergentes como América Latina.

“Una vez que seamos independientes, tanto los negocios de eBay como PayPalpodrán ser más rápidas en crear nuevas oportunidades porque no vas a tener dudas si habrá conflicto de interés con la otra parte del negocio. Eso es básicamente por lo que estamos emocionados”, dijo a El Economista.

“Verás más iniciativas de inclusión financiera usando la tecnología para conectar y mejorar la calidad de vida de las personas. Y eso lo verás en unos meses, a la par que nos desarrollemos como una compañía independiente”, agregó.

El comercio electrónico en países como México y en el resto de las economías de América Latina representa una ventana primaria de oportunidad.

“Venimos de un subdesarrollo del comercio electrónico en el país, si lo comparas con Brasil, Chile o Argentina, estábamos abajo pero claramente estamos viendo el cambio y en los últimos 18 meses hemos visto una aceleración y importante y estamos en el punto de inflexión de la curva, esto puede acelerarse mucho más”, consideró Gómez Schumacher.

La firma de análisis IDC calcula que el valor del comercio electrónico en América Latina en el 2015 alcanzará los 55,000 millones de dólares, y casi duplicará en el 2018 para alcanzar los 106,000 millones de dólares.

En el 2014, el comercio electrónico registró un crecimiento del 34% respecto al año pasado, al sumar 162,100 millones de pesos (12,200 millones de dólares estadounidenses), de acuerdo con el Estudio de Comercio Electrónico en México 2015 elaborado por la Asociación Mexicana de Internet (Amipci).

Esta tasa de crecimiento anual representó, por segundo año consecutivo, una desaceleración al considerar el avance de 42% registrado en el 2013 respecto al 2012, cuando las ventas en línea sumaron 85,700 millones de dólares.

Según el Estudio de la Amipci, el 58% de las transacciones en línea fueron pagadas mediante PayPal, siendo la segunda opción más usada después de plásticos bancarios incluyendo tarjeta de crédito y débito.

Pero la compañía quiere llevar masivamente el mundo de los pagos en línea al mundo offline. Que a través de una aplicación móvil, los usuarios puedan, por ejemplo, pagar una recarga de gasolina a través de PayPal y reducir el riesgo de clonación de plástico bancario o de uso de efectivo, como ya ocurre en estaciones Shell en Reino Unido; o pagar la cuenta de un restaurante a través del celular. La clave será lograr un beneficio tanto para vendedores como consumidores.

“Las transacciones requieren dos participantes: el consumidor y el vendedor; y para crecer esto a un nivel masivo, necesita beneficios para los consumidores y los vendedores. Con los consumidores es simple porque van a ahorrar tiempo y dinero. Para el vendedor, debe reducir costos o incrementar las ventas. Debes ver que una de las tecnologías beneficie a ambos lados”, consideró Nayar.

En México ya comenzaron este tipo de iniciativas pero el desafío es lograr una mayor cultura de los pagos móviles dentro y fuera de la red. Actualmente en lo que comercio electrónico se refiere, el 84% de los consumidores en línea compró a través de smartphones y 57% en tabletas, de acuerdo con los datos de la Amipci.

“Tenemos pilotos. El día de hoy puedes pagar restaurantes como en ‘Pinche Gringo’ con PayPal. Llegas con la aplicación, haces check in y pagas. Muchas de estas cosas las tratamos como pilotos en México porque, para ser sincero, el esquema de pagos móviles en punto de ventas es el que más difusión ha tenido recientemente pero es el menos desarrollado porque aún hay pocos clientes que lo están usando”, afirmó Gómez Schumacher.

El potencial de negocio es millonario; Anuj Nayar incluso ve una oportunidad de 25 billones de dólares por explorar, donde nuevas tecnologías desde la realidad virtual hasta los objetos conectados jugarán un papel en el mundo de los medios de pago.

“Por la forma de nuestra arquitectura, cualquier cosa que esté conectada a Internet puede convertirse en una opción de pago o un dispositivo de pago, pueden ser gafas de realidad virtual, puede ser tu auto, puede ser tu teléfono móvil, puede ser lo que quieras, incluso un vaso de agua puede convertirse en un medio de pago porque la inteligencia sucede en la nube y lo demás es un punto de acceso”, aseguró.


FUENTE: JULIO SÁNCHEZ ONOFRE / EL ECONOMISTA

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